Es una de las técnicas más antiguas e importantes en la Medicina tradicional China. Su uso consiste en la aplicación de calor para estimular puntos concretos del cuerpo con el objetivo de curar enfermedades o corregir desequilibrios del organismo. Esto ocurre gracias a estimulación del flujo sanguíneo.
Para realizar esta técnica se emplean las moxas, que son una especie de cilindros con forma de cigarro que contienen en su interior hojas secadas, trituradas y convertidas en polvo de la planta Artemisa, que entre otros elementos posee vitaminas, hierro, magnesio y potasio.
Según estudios de medicina tradicional china, la hoja de artemisa, también llamada hierba de San Juan, tiene propiedades amargas, picantes y calientes, asociadas a los meridianos energéticos de hígado, bazo y riñón.
Este tratamiento se suele combinar también con la acupuntura, ya que generalmente los puntos de aplicación de esta técnica coinciden con los de la moxibustión. De hecho la moxibustión, según la mayoría de los expertos, podría ser el origen de la acupuntura, ya que su uso data del 200 a.c.